martes, 17 de octubre de 2017

Aire Acondicionado Automotriz "Introduccion"



Los  sistemas A/A automotriz están expuesto a condiciones de trabajo particularmente exigentes: temperaturas muy elevadas alrededor del condensador, compresor, mangueras  y otros componentes del sistema  alojados en la cavidad del motor del vehículo; regímenes de marcha del compresor que dependen de las necesidades de movilidad del automóvil, no de la carga térmica que deba transferir  desde el evaporador al condensador; vibraciones producidas por el movimiento del vehículo; alto porcentaje de lubricante circulando por el sistema, inherente al tipo de lubricante utilizado con R134a (Polialquilglicol- PAG);  tipo de transmisión de la potencia mecánica (correa y polea de acoplamiento electromagnético “clutch”) necesaria para accionar el compresor; en general, condiciones muy exigentes.

Los fabricantes han adoptado diversas  formas de solución para estas condiciones de trabajo, que contemplan diversidad de controles de operación con miras a mejorar la durabilidad de la instalación.

Una de las fallas mas frecuentes es la fuga del gas, generalmente paulatina, ya sea a través de porosidades en las mangueras provocadas por la exposición prolongada a altas temperaturas, conexiones a presión de terminales a las mangueras y conexiones roscadas  que se desajustan por efecto de las vibraciones, “O rings” cuarteados por la temperatura, válvulas de servicio sin tapones en las que los gusanillos se dañan por efecto de los contaminantes sólidos en el comportamiento del motor, evaporador dañado por diversas causas, internas y externas y otras innumerables razones.

Otra falla e recurrente de consecuencias graves, es del daño del compresor por falta de lubricación, debido a que el lubricante es arrastrado en exceso por el gas refrigerante desde este, donde debe estar, hacia otros componentes del sistema (condensador, acumulador de líquido, evaporador, etc.) debido al empleo de mezclas efectuadas de forma empírica, cuyas propiedades de miscibilidad con el lubricante son impredecibles.

El empleo de mezclas zeotropicas que está comenzando a difundirse, (ejemplo:R414B sustituido “drop in” de R12), no hace sino complicar el panorama, pues estas requieren de una mayor pericia del técnico para hacer su tarea correctamente y ante una fuga, dependiendo del deslizamiento de temperatura de la mezcal, es imprescindible la recuperación del resto de la carga  para su destrucción y luego de evacuar el sistema  y verificar fehacientemente la usencia de fugas, efectuar una carga completa de fase liquida, con el mismo producto obtenido desde el cilindro de gas original.


Mencionaremos algunas de etas mezclas con sus propiedades  comparadas con las de R12, sin que por el momento podamos  recomendar el uso de alguna de ellas en particular:

R4O6A: mezcla de R22 (55%) con R142b (41%) y R600a (4%) fue desarrollad como sustituto directo “drop in” de R12, alcanza igual presión y capacidad que el R12 cuando la temperatura de evaporación se encuentra entre 7 y ºC mientras   que la presión de condensación en condensadores trabajando a alta temperatura es tan solo entre 5 y 10 psi mayor que para R12 (lo que resulta ideal en aplicaciones e A/A automotriz). El agregado R600 (isobutano) mejora a compatibilidad con aceite mineral, particularmente con aceite de viscosidad elevada, normalmente empleados en estas aplicaciones. Su deslizamiento en el evaporador es de 8ºC (elevado) y está catalogado como riesgo A1/A1 según la norma ASHRAE 34. También es empleado en algunas aplicaciones de refrigeración.

R414B: mezcla de R22 (50%) con R142 (9,5%), R124 (39%) Y R600a (1,5%), con propiedades similares a la mezcla R406A, donde se incorpora el R124 a fin de reducir la inflamabilidad durante el fraccionamiento. Puede trabajar con aceite mineral y Alquilbenceno. Su deslizamiento en el evaporador es de 6,5ºC y también está catalogado como riesgo A1/A1 según la norma ASHRAE 34.

R416A: Mezcla basada en R134a (59%), R124 (39,5%) y R124 contribuye a disminuir las presiones de bajo mientras que el R600 (butano) mejora el retorno de aceite al compresor. Trabaja a presiones iguales a las de R12 en condensación para mantener la temperatura apropiada. a pesar de no ser una mezcla  compatible con aceites minerales , la presencia de butano mejora esta condición y permite un retorno aceptable del aceite al compresor. A temperaturas bajas de evaporación hay una pérdida de capacidad. Su deslizamiento es bajo, 1,5ºC y está catalogado como riesgo A1/A1 por norma ASHRAE 34.

Su empleo requiere que previamente se recupere todo el refrigerante R12 del sistema para su reutilización en otro sistema, reciclaje o regeneración de acuerdo a su grado de contaminación o disposición final (destrucción física) en caso de contaminación por encima de lo aceptable.

Se deben instalar conectores e carga y servicio que sean únicos y específicos para la mezcla que va a utilizar.

Si la mezcla contiene R12, las mangueras deberán estar fabricadas con barrera e nylon para prevenir fugas.

Es necesario entender y divulgar  que mezclas de R12 y R134a producen como efecto un incremento de las presiones de trabajo que, aprendiendo de los porcentajes, llegan a ser tan elevadas como un 50% a 60% con respecto a las presiones individuales e cualquiera de ellos.

Esto además de representar un riesgo para el técnico y el usuario, somete al sistema a presiones superiores a las que se establecieron como normas de diseño y utilización y  consecuentemente aumentan la posibilidad de daños a componentes y fugas catastróficas.

Reconociendo que es mejor prevenir que remediar fugas, recientemente se han introducido en el mercado fluidos sellantes que, siendo compatibles con los refrigerantes y lubricantes, pueden ser cargados en un sistema y circulan en este  hasta que una fuga obliga a que esta sustancia, que sale mezclada con el refrigerante y el aceite que comienzan a salir por la fuga, entre en contacto con aire, lo que produce una reacción química que solidifica el sellador y bloquea la fuga.

Si bien este producto es paliativo que remedia fugas menores y permite que el A1/A1 siga funcionando, hay que tener cuidado de identificar su presencia (existen kits para ello), antes de recuperar el refrigerante de un sistema, pues su presencia en el gas extraído por el equipo de recuperación es dañina para este y por lo tanto no se puede emplear equipo de recuperación, conscientes de este problema, desconocen la garantía si, ante un reclamo, encuentran vestigios de este producto en la máquina.

Otro procedimiento que si esta popularizado es el empleo de algunos fluidos que son fluorescentes en presencia de luz ultravioleta (UV) y totalmente compatibles con refrigerantes y lubricantes. Al igual que el fluido sellante antes mencionados, se carga una cantidad en el sistema, proporcional a la carga  de refrigerante hasta que, al producirse una fuga, saldrá por  esta al exterior d la tubería, manguera o componente done este dicha fuga. Si se ilumina con una lámpara de luz UV los elementos del circuito de A/A  refrigeración  puede verse destacada la fuga por el brillo verde fosforescente del producto que se ha filtrad al exterior en ese sitio. Es de gran ayuda para la detención temprana de fugas pero no es de utilidad en sitios que están ocultos, tal como el evaporador y las tuberías  mangueras que llegan a este.

En aquellos casos donde la atención visual es imposible; se impone el uso de los detectores eléctricas que husmean el aire en el entorno de mangueras, tuberías y componentes del sistema de A/A  refrigeración para detectar la presencia de moléculas de refrigerante en cantidades íntimas, gracias a su alta sensibilidad, que les permite encontrar fugas hasta del orden de 7 gr/año para las unidades más sofisticadas.

Este procedimiento no permite encontrar el punto exacto de la fuga sin la zona donde ella se produce y depende de la capacidad de observación del técnico localizar el sitio exacto. Además, la presencia e contaminantes ambientes n provenientes de la fuga, puede dar lugar a falsas señales de alarma que deben ser confirmadas repetidamente, principalmente si la fuga es muy pequeña.

En resumen, hay recursos técnicos que permiten efectuar una reparación correctamente y solo depende del entrenamiento, capacidad y voluntad del técnico el logró de una detección temprana de fuga, su corrección y prevención de fallas que minimicen las pérdidas de refrigerante en ese sistema.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario