El capilar de un sistema de refrigeración debe
necesariamente recibir el líquido refrigerante a través de un dispositivo que prevenga
el ingreso de humedad y sustancias extrañas en él. Este dispositivo es el
filtro secador, el cual se selecciona en la fábrica en función del gas refrigerante
a emplear en el sistema y la capacidad necesaria para absorber la humedad que
pueda contener la carga refrigerante prevista, a un determinado margen de
seguridad.
Hemos visto que los gases refrigerantes son
higroscópico, principalmente los HFC, HCFC y HC y en alguna menor medida CFC, y por ello contienen humedad íntimamente
diluida entre sus moléculas, cuya cantidad se expresa en ppm. El filtro secador de un sistema calculado
en fabrica no tiene capacidad para absorber humedad en mucha mayor medida que
la contenida en el refrigerante
(margen de seguridad); es por ello que. Teniendo en cuenta que los niveles
de vació necesarios para eliminar la
humedad que se pueda haber introducido en el sistema durante un servició en el
campo pueden no haber eliminado toda la
humedad presente, particularmente la diluida en el aceite lubricante y
las partes más inaccesibles del motor y el cuerpo del compresor, se recomienda
que el filtro secador sustituido sea de mayor capacidad que el original.
Si la causa del servicio ha sido fuga en el
evaporador, con el consecuente riesgo de ingreso masivo de humedad adicional,
entonces, además de hacer un vació triple alta y baja, con barridos de
nitrógeno seco intermedio, se recomienda montar un primer filtro de gran
capacidad y al cabo de un tiempo, sustituir este por otro, sobredimensionado de
acuerdo a la recomendación anterior, luego de un nuevo proceso que debe incluir
recuperación y reciclado del gas en el sistema y nuevamente vació triple del
sistema, antes de recargar y probar el sistema.
El filtro secador puede ser soldable o roscado. La versión roscada tiene
la ventaja de su facilidad de recambio, pero hay que tener presente de que
las estadística señalan
que las estadistas señalan que las posibilidades de fuga en una conexión roscada son
aproximadamente 30% mayores que en una
conexión soldada (supuesto el uso de una buena técnica de soldadura).
Debido a la necesidad de efectuar vacío
simultáneamente por los lados de alta baja de un sistema para facilitar la
extracción de humedad, se recomienda emplear filtros de reposición que, además
de su entrada de conexión al condensador y salida de conexión al tubo capilar
(o válvula de expansión), posean una tercera conexión, donde se pueda soldar
una válvula de servicio que permita conectar la manguera de la bomba de vacío.
Esta tercera conexión usualmente es un
corto tramo de papilar de gran diámetro que,
una vez efectuando el vacío, se debe sellar mediante presión soldadura,
cortando el extremo donde estala válvula de servicio, a fin de prevenir posible
fugas por esta.
En caso de no disponer de un filtro con
entrada auxiliar para conexión del manómetro de alta y la bomba de vacío o cilindro de refrigerante, en el caso de carga
del sistema con una sustancia que requiera ser transferida en fase líquida, será necesario incorporar a
la línea de líquido del sistema una válvula “pinchadura”, así llamada porque
permite “pinchar”, o abrir un oficio, el
tubo donde se instala mediante una brida que asegura un cierre hermético
alrededor del tubo a ambos lados del sitio donde se inserta la aguja perforadora, accionada por un
mecanismo interno que es controlado por una válvula de gusanillo.
Para recuperar el refrigerante de un sistema
que no cuenta con ninguna conexión para
manguera, se han desarrollado válvulas pinchaduras montadas en alicates de presión que se ajustan alrededor del tubo
en el punto seleccionado para extraer el refrigerante y que luego de haber extraído
el gas pueden desconectarse para ser usadas en futuras recuperaciones.
Existen diversas sustancias secantes y debe tenerse
en cuenta la compatibilidad de estas con las diferentes refrigerantes. Esta
sustancia secante puede presentarse en
forma de gránulos o solido poroso; la sustancia se mantiene dentro de la
capsula del filtro entre dos mallas metálicas de orificios muy pequeños,
destinadas a retener las partículas sólidas e impedir que lleguen al tubo capilar
o válvula de expansión, donde interferirán con el proceso de evaporación.
Debe tenerse extremo cuidado de no perforar la
malla con el extremo del tubo capilar al introducir este en la cápsula del
filtro antes de soldarlos; se lo debe insertar
lentamente y sin forzarlos, y a
la menor resistencia, extraerlo unos
milímetros para asegurar que el orificio en el extremo del capilar no puede
haciendo contacto con la malla. La soldadura debe efectuarse sin emplear calor excesivo pues de
que el capilar este insertado en el filtro, para evitar que este producto contamine
el en el filtro, para evitar que este producto
contamine el interior del sistema. El aporte de material de soldadura,
de buena calidad, debe ser solo el
necesario para garantizar que e rellena el anillo formado entre el tubo capilar
y el orificio en el filtro donde se inserta este; una cantidad excesiva puede
fluir hacia adentro y obstruir total o total o parcialmente el capilar.
Una vez soldado al condensador y el capilar,
se debe posicionar el filtro de manera que el extremo de salida este más abajo
que el extremo conectado al condensador; esto con el objeto de facilitar el inicio del proceso
de evaporación pues se asegura la presencia de líquido a la entrada del
capilar.
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