domingo, 5 de junio de 2016

Capa de Ozono

La tierra como planeta está rodeada de varias zonas con diferentes composiciones químicas que constituyen la atmósfera terrestre y se encuentran localizadas a diferentes alturas, cada una de ellas tiene una función específica y de alguna manera influyen para que exista la vida en el planeta, en una de estas zonas que rodean la tierra se encuentra la capa de ozono que tiene una importancia fundamental en el desarrollo de la tierra.
  
Esta capa protectora de la atmósfera ha permitido preservar la vida sobre la tierra durante milenios. Dicha capa, compuesta de ozono, actúa como un escudo para proteger la tierra de la radiación ultravioleta perjudicial proveniente del sol. Por lo que sabemos, es algo propio y exclusivo de nuestro planeta. Si desapareciera, la radiación ultravioleta del sol esterilizaría la superficie del globo, aniquilando la mayor parte de la vida terrestre.




El ozono es una forma de oxigeno con tres átomos en vez de los dos habituales. El átomo adicional transforma el gas que respiramos en veneno; apenas un poco más de una mínima fracción del mismo es suficiente para causar la muerte en caso de inhalación. A través de los procesos naturales de la atmósfera, las moléculas de ozono se crean y se destruyen sin cesar. La radiación ultravioleta del sol descompone las moléculas de oxigeno en átomos que seguidamente se combinan con otras moléculas de oxigenopara formar el ozono. El ozono no es un gas estable y es particularmente vulnerable a la destrucción por los compuestos naturales que contengan hidrogeno, nitrógeno y cloro. Cerca de la superficie de la tierra (la troposfera) el ozono es un contaminante cada vez mas nocivo, un constituyente del smog, la mezcla fotoquímica de niebla y humo, y de las lluvias acidas. Pero inocuo en la estratosfera, de 11 a 48 Km. por encima de la superficie terrestre, el gas azul y de fuerte olor acre es tan importante para la vida como el oxigeno mismo.

El ozono forma un frágil escudo, curiosamente insustancial pero notablemente eficaz. Esta distribuido tan finamente en la estratosfera, de 35 Km. de profundidad, que si se pudiese concentrar en forma de cinturón alrededor de la tierra su espesor no sería más grueso que el de una suela de zapato (ó sea, unos 3mm). La concentración del ozono estratosférico puede variar con la altura pero únicamente constituye mucho más de una cienmilésima de la atmósfera circundante.


Sin embargo, este filtro tan fino protege eficientemente de casi todos los peligrosos rayos ultravioleta de sol; la capa de ozono absorbe la mayor parte de la peligrosa radiación UV_B (la radiación entre UV-A que pasa a través y UV-C que es capturada principalmente por el oxigeno). Una pequeña disminución de la capa de ozono, según los datos actuales, podría aumentar de manera importante la incidencia de cáncer de la piel y podría conducir a la intensificación de una forma rara pero más virulenta de cáncer conocida como melanoma maligno cutáneo. La UV-B podría aumentar la incidencia de afecciones oculares, lo cual incluye cataratas, deformación del cristalino y la presbicia. Se estima que la incidencia de cataratas, principal causa de ceguera en el mundo, aumente considerablemente.  

La exposición a una mayor radiación UV-B podría también suprimir la acción del sistemainmunitario organismo. La inmunosupresión por UV-B ocurre sea cual sea la pigmentación de la piel humana. 
 


Una radiación UV-B podría también causar una disminución del rendimiento de las cosechas y dañar los bosques. Ello podría afectar a la vida en los océanos causando daño a los organismos acuáticos, partes de la cadena marina de alimentación, lo cual podría dar lugar a una disminución del pescado en la cadena alimenticia superior. Los materiales utilizados en las construcciones, pinturas, embalajes y otras innumerables sustancias, podrían degradarse rápidamente por un acrecentamiento de la UV-B. 


En 1974 los destacados científicos Sherwood Rowland, Paul Crutzen y Mario Molina derivado de sus investigaciones advirtieron del daño que estaba sufriendo la capa de ozono. Esta teoría permitió detectar el peligro inesperado causado por la emisión de Clorofluorocarbonos y Halones a la atmósfera.


Los CFC han sido utilizados durante años como refrigerantes, disolventes o agentes de espumado principalmente y los halones como agentes de extinción de fuego. 

La estructura estable de estos productos químicos, tan útiles en tierra, les permite atacar la capa de ozono. Sin sufrir modificaciones, derivan hacia la estratosfera, donde la intensa radiación UV-C destruye los enlaces químicos, liberando el cloro que separa un átomo de la molécula de ozono, transformándolo en oxigeno ordinario. El cloro actúa como catalizador, llevando a cabo esta destrucción sin sufrir el mismo ningún cambio permanente, de manera que puede continuar repitiendo el proceso. 

Los más peligrosos de estos productos químicos tienen larga vida. El CFC-11 dura un promedio de 50 años en la atmósfera, el CFC12 un promedio de 102 años y el CFC-13 un promedio de 85 años, Por lo tanto, las emanaciones de estas sustancias químicas influirán en el proceso de agotamiento del ozono durante muchísimos años.




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